El derecho a la felicidad es universal

El derecho a la felicidad es universal

A pesar del clima que tenemos por estos días (que al parecer está más loco que nunca), gracias al consciente y humano trato que se le ha dado durantes décadas, que le hemos dado,  las novelas de la tarde, los noticieros y los programas de chismes siguen intactos (como si el universo en sí mismo perdiera sus estribos frente a la sublime naturaleza)  no paro de despertarme feliz por estar disfrutando de estar vivo y de poderme dar cuenta que tengo la posibilidad de contribuir, así sea de solo escribir, dentro de ésta gran tribu que es Internet, como la llama +Seth Godin. Y por otro lado, por encontrarme viviendo en una ciudad como ésta, Bogotá. Nada mejor que salir a coger un articulado y pasearse por en medio de un tráfico de automóviles que compiten con uno, o pues claramente con el conductor que nos moviliza a nosotros y de repente tanta felicidad es ahuyentada por una brusca frenada que al parecer fue con toda la intensión ; ¿él conductor notó nuestra furia por la manera como nos lleva? ó tal vez ¿siente que hay una energía pesada y muy cargada de algo que podría desbordar en cualquier momento contra él? Sin saber cuál es la respuesta de ésta y muchas otras preguntas que se me pasan por la cabeza, creo que así como podemos empezar el día malgeniados queriendo transmitir esta mala vibra a los demás para simplemente contaminar y así lograr descansar un poco de tanta rabia que tenemos, porque no más bien compartir una sonrisa con esa persona que no conocemos y que posiblemente alegraríamos por un momento, así sea por pequeño que nos parezca, y hacer de la felicidad un estado mental en el que podamos compartirlo para que este siga su camino y logre retornar a nosotros gracias a otra persona, que luego de haberse dado que sin dinero en sus bolsillos, lo único con lo que cuenta es con una sonrisa, su sonrisa.